viernes, 10 de julio de 2009

La libertad de expresión, más que un derecho amenazado, un término mal entendido.

Fotografía: Paulina Jarrín. Marcha de Universitarios

Ser estudiante de periodismo no es un requisito para defender la libertad de expresión, una potestad ciudadana que forma parte de la declaración de los derechos humanos; sin embargo, ni los mismos jóvenes universitarios, que aspiran a ser periodistas en un futuro cercano, han entendido íntegramente la importancia superlativa de lo que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) llama “derecho inalienable e inobjetable”.

María de los Ángeles cursa el tercer año de Comunicación Social en la Universidad Internacional SEK. Sus ojos brillan al contar que se inclina por el ejercicio periodístico. Tiene solo 21 años, pero desde los 12, cuando veía a Maritza Sánchez, conductora del programa “La Televisión” junto a Freddy Elhers, sabe que quiere ser periodista.

En su Universidad le va bien, “aunque sí hay profesores con complejo de sabelotodo”, cuenta. ‘Angie’, como la llaman sus allegados, sospecha que ese problema es común para muchos periodistas. Pero no menciona sentir coartada su libertad de expresión en las aulas. “Hay cosas que quisiéramos decir y no lo hacemos, pero eso aquí en la Universidad”. La joven ‘Angie’ relaciona un derecho de todos los seres humanos con los medios de comunicación masiva.

Ante las amenazas que puede representar el Gobierno para la libertad de expresión menciona que la más grave es el cierre de algún medio por hacer oposición al régimen. Pero no está al tanto de las alertas que ha mencionado La Fundación Andina para la observación y estudio de medios (Fundamedios) en el último mes.

La prohibición de contratar publicidad Estatal en determinados medios por acusarlos de tener conexión con “empresas de papel” localizadas en “paraísos fiscales”. Esto puede devenir en una suerte de autocensura, ya que la publicidad gubernamental representa el mayor ingreso de la mayoría de empresas. Al escuchar sobre esto, la futura periodista alza sus hombros y mueve su cabeza en señal de descontento. “Correa está contra los medios”

Sobre los contenidos que se manejan en los canales incautados por el Estado, Gama TV y TC Televisión, diario El Universo hizo una fuerte crítica con testimonios de periodistas que laboran en estos medios. Acusan a personal cercano al Gobierno de controlar y reeditar los contenidos que se trasmiten en los noticieros de estos canales. Angie, compara entonces a Ecuador con Venezuela y con Cuba, donde dice se controla toda la información para mantener a la población en la ignorancia.

Y así ,ella empieza a darse cuenta del real problema que existe alrededor de coartar la libertad de expresión. “Si la gente no está informada, tampoco puede protestar ni exigir”. La joven estudiante de comunicación reconoce con pesadumbre que se hace poco para defender este derecho en el Ecuador.

Las formas de protesta se han vuelto dispersas y poco efectivas, pues no demuestran un pedido de la sociedad en general, y esto sucede porque hay personas que no han sido acalladas no solo en este Gobierno, sino en toda su vida y ellas no se sienten dueñas de sus palabras, de sus pensamientos y de su capacidad para hablar, gritar y pedir lo que les sea necesario.

María de los Ángeles está en vacaciones de su universidad, pero declara que no en deja de sentirse una periodista fuera de las aulas. En el nuevo año de estudios llevará una nueva inquietud, “comunicar que la libertad de expresión debe estar por sobre el mismo Presidente de la República, pero también por sobre los medios de comunicación masiva”.

La ética es un plato que no todos los periodistas prueban a diario



La ética periodística es de gran importancia para quienes ejercen esta profesión, pero por sobretodo para la sociedad en general, ya que cuando un periodista falla a su ética intencionadamente o no, está causando un grave daño de posible desinformación en la gente que lo escuchó o leyó.

Es para los periodistas muy complejo el afirmar que han fallado en este aspecto, es por eso que la mayoría afirma no recordar haber fallado a su ética, manteniendo fuera sus tendencias y proponiéndose ser una mejor periodista cada día al despertar como afirma Ivonne Guzmán, editorialista de El Comercio. O como dice Andrés Jarrín, periodista, “no he fallado a mi ética, aunque eso me haya hecho mantenerme lejos de los medios de comunicación tradicionales”.

• Lenin Artieda es un caso distinto, pues su primer argumento es que no cree ni en la objetividad ni en la ética periodística. Tras las declaraciones de la semana pasada del Presidente de la República, Rafael Correa, sobre el retraso en el cronograma de la Asamblea, argumentando que parte de la culpa es de Alberto Acosta, presidente de la misma, por ser demasiado democrático y escuchar a todos. El periodista está siendo acusado por el Gobierno Nacional y su titular en particular de editar y descontextualizar las declaraciones de Correa para tensionar su relación con el Presidente de la Asamblea. Así, en la mañana del martes 26 de mayo, el programa Contacto Directo tuvo que transmitir una aclaración a la noticia dada por Artieda, interrumpiendo este programa.
La defensa de Lenin es el derecho y obligación de editar que tienen los periodistas, y dice que esto es obviamente subjetivo. Legalmente este acto que para el gobierno de Correa resulta antiético, no podría llegar a un juicio ni civil, ni penal. El derecho máximo al que se podría acceder y se accedió de hecho, es a la aclaración.

• Otro caso en que la ética periodística fue dudosa fue en el sonado caso de Francisco Vivanco, director del periódico La Hora, quien luego de que Correa nombrara un vocal más para la junta bancaria cuando Vergara era el superintendente, tituló en su diario: “asalto a la junta bancaria”. Como directo agraviado, Rafael Correa hizo fuertes declaraciones contra este periodista, y declaró que él debía probar el asalto. Pues el periodismo debería ya dejarse de eufemismos. Vivanco se defiende apelando a una supuesta intolerancia del primer mandatario, y al derecho a la libertad de expresión que piensa está seriamente amenazada por el gobierno actual.
Este es un caso que sí generó un juicio, y a nivel penal por injurias calumniosas. La pena máxima para este delito es de dos años de cárcel. Actualmente el juicio continúa sin una resolución final.

• El tercer proceso que pude encontrar fue contra el equipo periodístico de teleamazonas con respecto al caso de los “Pati-videos”, la acusación fue hecha por el ex ministro de economía, Armando Rodas, a juicio de quien este canal perjudicó severamente su imagen. Tras las investigaciones sobre la vinculación e intención del ex Ministro en la supuesta negociación de bonos global realizadas por la fiscalía, Rodas fue declarado inocente de todo cargo, sin embargo él cree que teleamazonas dio gran espacio a las acusaciones y ninguna a las rectificaciones. Teleamazonas fue el canal al que acudió Quinto Pazmiño con los videos. Este hombre tenía muy poca credibilidad y el canal le dio todo el espacio que quiso y presentó sin ningún reparo insinuaciones contra Armando Rodas, afirma un periodista del mismo canal.

El ex ministro no presentará cargos, y legalmente tampoco podría hacerlo, ya que el canal en teoría solo fue un intermediario de la información proporcionada por Pazmiño. En caso de que Rodas decidiera podría exigir reparaciones a su honra mediante rectificaciones y hasta podría llegar a seguir un juicio civil por daños y perjuicios y exigir una indemnización en caso de que un juez fallara a su favor, asegura Ramiro García Falcón, abogado.
Casos así, lastimosamente para el periodismo, hay muchos. La mayoría de ellos pasan sin llamar la atención de las personas: Pocos son los que han terminado en sentencias de un juez.

El único límite del periodismo es la ética



Fotografía: http://rubendariobuitron.wordpress.com/



1.- ¿Qué significa la libertad de expresión para el ejercicio periodístico?

Significa que los periodistas tenemos el deber de expresar ese derecho que es de los ciudadanos y no solamente de los periodistas. Es la facultad que debemos tener todos de expresar nuestras ideas sin que ello signifique que alguien pueda tomar represalias.

2.- ¿Es la libertad de expresión un escudo de defensa del periodista o una espada para atacar?
La libertad de expresión es un derecho de los ciudadanos y solo en ese contexto entiendo que los periodistas, como ciudadanos, también la tienen. Si un medio o un periodista usa ese derecho como escudo o espada, transgrede el derecho de los demás.

3.- ¿La libertad de expresión para el periodismo está amenazada por el poder del gobierno en forma de veedurías estatales?
Está amenazada la libertad de expresión de los ciudadanos, no del periodismo. El periodismo lo único que hace (o debe hacer) es contar los hechos de la manera más responsable y ética. Las veedurías estatales, concebidas desde un gobierno, pretenderán uniformar el pensamiento social.

4.- ¿Cuál es el motivo de la lucha del gobierno contra la prensa?
Se especula mucho acerca de motivos inconscientes del Presidente, pero no lo creo. Me parece que es una estrategia bien planificada para silenciar las críticas y gobernar sin objetores. Esa es la razón por la que se busca que la prensa aparezca frente a los ciudadanos como oposición.

5.- ¿Por qué la lucha de la prensa contra el gobierno?
No concibo que exista una prensa “contra” un gobierno. Si la hay, ya no es prensa sino partido político de oposición. Lo que la prensa hace, o debe hacer es informar a los ciudadanos las acciones del gobierno. Si las acciones del gobierno hablan en su contra no es el periodismo el culpable.

6.- ¿Cómo debería ser el periodismo para que el gobierno no intente limitarlo?
Todo gobierno intentará, siempre, limitar al periodismo. El periodismo debe ser periodismo, nada más (ni nada menos).

7.- ¿Cómo debería responder el periodismo?
Con periodismo, es decir, con un trabajo responsable, ético, sereno, equilibrado, justo, preciso.

8.- ¿Tenemos todos derecho a la libertad de expresión?
Todos, absolutamente.

9.- ¿Hace mal el Presidente al decir su opinión de la prensa?
No hace mal. Es su libertad. Lo que está mal es que generalice, estigmatice y la convierta en su enemigo para que, a su vez, sus seguidores no crean en ella.

10.- ¿Hace mal la prensa al criticar al gobierno?
El deber de la prensa es ser “el perro guardián” de la democracia. Todo lo que vaya en esa línea es legítimo porque nace desde el interés de la sociedad.

11.-¿Cómo el gobierno coarta la libertad de los medios de comunicación?
No me gusta hablar de “libertad de los medios”. Prefiero decir que lo que el gobierno pretende regular y controlar es el libre flujo de ideas.

12.-¿Cómo afecta la censura ejercida desde el poder al periodismo?
Impide que la sociedad esté despierta, razone, reflexione y tome decisiones por sí misma.

13.- ¿Cuáles son los límites del periodismo?
La ética. Es el único y el válido.

14.-¿ Cómo defender la libertad de expresión?
Haciendo periodismo, no partidismo.

15.- ¿La audiencia está en capacidad de defender su libertad de expresión?
La audiencia cada vez está más preparada para defenderse, la información es más abundante y sus criterios son más sólidos. Las personas que tienen prejuicios contra la prensa adquieren una actitud irresponsable gracias a la enorme facilidad que tienen para crear fantasmas y enemigos

lunes, 6 de julio de 2009

La libertad de expresión resulta utópica para los jóvenes

Fotografía: Paulina Jarrín. Universitario quiteño.

“Hoy el periódico tiene que ver con la verdad como la prostitución con el amor”
Gaby Weber Periodista Alemana radicada en Argentina.

En el Ecuador quedó atrás la idea de que los jóvenes creen que pueden cambiarlo todo. Así lo demuestra un sondeo de opinión realizado por este medio, donde 17 de 20 universitarios inquiridos sobre su concepción referente a la tan mencionada “libertad de expresión” incluyeron palabras como utopía, imposible, farsa, corrupción…

La libertad de expresión es un derecho consagrado de nuestra sociedad, pero lastimosamente uno más de todos aquellos que sirven para adornar un papel y recibir aplausos. Resulta hasta ingenuo pensar que la libertad de expresión existe en toda su magnitud, así como también es descabellado creer que no existe en lo absoluto.

La realidad sobre este derecho, cada vez más citado por los medios de comunicación que se autodenominan sus adalides, es que es posible en la medida en que todos los ciudadanos tengan voz en una sociedad. Por ello, nuestro Ecuador puede quedar ronco exigiéndolo, pero mientras tengamos la acumulación de poder en un solo sector, el otro siempre estará oprimido.

Así se empieza a dar la razón a los jóvenes que han dejado de creer en que al luchar por los imposibles los vuelven dables. Una de las razones es que se habla de la libertad de expresión como derecho de los medios de comunicación, alejándolo de la juventud y de los demás ciudadanos quienes no están apropiados y comprometidos con este derecho básico para el desarrollo completo de una sociedad.

Se han dado muchos incidentes entre el actual Gobierno del Ecuador y los medios masivos de comunicación, los atropellos han venido de parte y parte. Por un lado, como afirma la Organización de Reporteros sin Frontera (RSF), es innegable que algunos medios son demasiado agresivos con Correa”; y por otro el Presidente no cesa de increpar al periodismo tachándolo de “mediocre y corrupto”.

Esta constante pugna, sin duda, ha mermado la credibilidad de los medios de comunicación, ya que se ha puesto en duda su accionar, su profesionalismo y su convicción de servicio social. Y, lamentablemente hay casos evidentes en los que ellos exigen “libertad de empresa y no de prensa”. Con estos antecedentes se ha deslegitimado a la defensa de la libertad de expresión. Misma que es violada desde el seno familiar, pasando por las instituciones educativas y religiosas, para terminar en los medios de comunicación y en el Estado.

Los pocos grupos que han intentado alzar su voz como “Jóvenes y Punto” " que organizaron el plantón frente a Teleamazonas el pasado 25 de junio, tampoco logran crear la unidad nacional que exija un derecho en común para todos los ciudadanos. Verónica Romero, miembro de este grupo, afirma que “la idea es que las personas se muestren en la vía pública con mordazas de color rojo y entreguen folletos, que expliquen las consecuencias de no defender una verdadera libertad de expresión", ¿Pero es eso verdadera libertad de expresión? Ellos protestaban por la probabilidad del cierre temporal de ese canal, haciendo oposición al gobierno.

No hay un solo movimiento, ni de parte de los medios de comunicación ni de parte del Estado, que englobe la necesidad de defender la información que la población necesita tanto. Medios y Estado están para servir a su sociedad y, por tanto, ambos nos deben las garantías necesarias para el desarrollo integral de nuestro país. Ninguno defiende al público, cada uno se atrinchera en la defensa de sus intereses y no repara en los mayores afectados. Son los lectores, los oyentes y los televidentes quienes debemos demandar calidad y ética en la información que se difunde, y además, todas las garantías para quienes en pleno uso de sus capacidades intelectuales y éticas ejercen el periodismo, mismo que debe siempre recordar que pese a la imposibilidad de la objetividad total, la responsabilidad y veracidad sí deben formar parte de cada palabra, de cada afirmación y de cada denuncia efectuada o hecho mostrado.

Son las nuevas generaciones de periodistas las que se enfrentarán al desafío de vencer la desconfianza de una sociedad. Los jóvenes son los llamados a reivindicar al periodismo que se desconectó de su razón de ser. “Ser el vínculo que permita la comunicación entre los diversos actores de la sociedad”.

Jóvenes a defender la libertad de expresión, pero no a aquella que defiende los fines más nobles al igual que a los más crueles, sino a aquella que nos pertenece a todos para darnos una voz que sea escuchada sin prejuicios, sin tapujos, sin intolerancia y sin restricción para todos sin importar la cantidad de empresas que maneje o el poder político que tenga.

viernes, 3 de julio de 2009

¿Qué tiene Dragon Ball?

Sandino Martín, con tan solo 10 años nos cuenta cómo esta serie animada (actaulmente cuestionada por el CONARTEL) se conviertió en su programa favorito desde que tenía 6 años.
Si quieres escuharlo mira el video con sus respuestas...


miércoles, 24 de junio de 2009

Programas especialmente recomendados para la infancia




Fotografía:Paulina Jarrín "Guardería "Mis Sueños" Quito-Ecuador"

Los programas que pueden calzar en la caracterización de recomendados para niños son aquellos que muestran una descripción positiva de comportamientos infantiles impulsando valores como la solidaridad, la igualdad, la cooperación, la no violencia y la protección del medio ambiente. Son programas sin presencia de violencia, cuya temática conflictiva está limitada a pequeños conflictos propios de la infancia resueltos positivamente. “El sexo sólo está justificado con carácter educativo o pedagógico para la formación sexual dirigida a menores de 7 años”. Así lo afirma Migue Álvarez del Río en su libro “Programación Infantil de Televisión: Orientaciones y Contenidos Prioritarios”.


Los programas que entren en el horario infantil deben pues ser aquellos que fomenten el desarrollo de los niños y que les dejen una enseñanza que se convierta en una herramienta para su vida. Debe mostrárseles el mundo, pero de una manera explicativa, con el afán de enseñanza y no de ganancia de raiting o de negocio. Solo así se podrá realizar este cambio en la programación de los canales locales, que terminaría significando un cambio radical en la forma de comunicar, empezando a ser periodistas o comunicadores y no vendedores o negociantes.

La ley garantiza teóricamente la programación apta para niños, pero lastimosamente la legalidad siempre se ha visto superpuesta por el deseo de garantizar y defender intereses, olvidando que nos debemos a una sociedad, los medios de comunicación deben estar al servicio público, al servicio de sus audiencias. Es así como el horario infantil no debe estar solamente regido por leyes y normas sino por los valores éticos de responsabilidad social y de lucha por el desarrollo de los países, siempre defendiendo la libertad y la igualdad de oportunidades. Dando una programación a los niños que vaya solidarizándolos y humanizándolos. Exactamente lo contrario de lo que hasta ahora se ha venido haciendo.

lunes, 22 de junio de 2009

Los padres también tenemos la culpa





Fotografía: Paulina Jarrín "Niño llora solo en guardería".

Si tomamos como hipótesis que la televisión no es precisamente la mejor escuela para nuestros hijos por qué le damos tanto espacio e importancia en la vida de los niños.

Los padres también tenemos la culpa por pensar que ella (la televisión) es infaltablemente una de las actividades diarias.

Moni es una profesora parvularia de la guardería “Mis Sueños” ubicada al norte de la ciudad de Quito. Ella cada día atiende a 20 niños que llenos de energía comparten con ella y dos profesoras más de 4 a 10 horas.

Si bien su experiencia no es muy amplia cuenta que nota como cada vez hay más niños que comparten poco tiempo con sus padres. “Hay niños que llegan a las 7:30 de la mañana y les vienen a retirar a las 6 de la tarde”. Y ello se evidencia no solo en la actitud emocional, sino también en su desempeño educativo.

“La tía Moni”, como la llaman insistentemente los niños, tiene 28 años, aunque su corta estatura y delgado cuerpo la hacen parecer aún más joven. Su cabello está siempre alborotado pero su sonrisa intacta frente a los problemas que cada día se presentan en su guardería. Muchos de ellos causados por ideas equivocadas de los niños sobre la violencia y la agresión.

“La tía” cuenta que hay varios niños que golpean a sus compañeros y que al pedirles explicaciones es muy común que la respuesta tenga a algún programa de televisión como ejemplo. “Después les preguntamos a los papitos y ellos dicen que no les dejan ver nada”. Entonces Moni no se explica dónde ven los niños esos programas que en lugar de educarlos los malcrían.

Los padres son los primeros responsables en la educación de los niños, y según la psicóloga Beatriz Paz la afectación que tenga la televisión en un niño dependerá de sus fortalezas y debilidades emocionales, las que son determinadas en su mayoría en el hogar.

Así, a pesar de que la sociedad obligue a los padres a trabajar incansablemente, no debemos olvidar que el motivo de la lucha son nuestros hijos, y en lo posible debe privilegiarse la calidad de tiempo que les dedicamos. Compartiendo actividades que cumplan no solo con nuestra responsabilidad familiar, sino con la ley que en nuestro país proclama desde el 2003 que se prohíbe:

1. La circulación de publicaciones, videos y grabaciones dirigidos y destinados a la niñez y adolescencia, que contengan imágenes, textos o mensajes inadecuados para su desarrollo; y cualquier forma de acceso de niños, niñas y adolescentes a estos medios;
2. La difusión de información inadecuada para niños, niñas y adolescentes en horarios de franja familiar, ni en publicaciones dirigidas a la familia y a los niños, niñas y adolescentes; y,
3. La circulación de cualquier producto destinado a niños, niñas y adolescentes, con envoltorios que contengan imágenes, textos o mensajes inadecuados para su desarrollo.
Estas prohibiciones se aplican a los medios, sistemas de comunicación, empresas de publicidad y programas. (Tomado del Código de la Niñez y Adolescencia del Ecuador.

Ni la tía Moni, ni la televisión (sin eximirla de culpa) pueden dar la educación que la familia brinda a los niños. Que son los sujetos más vulnerables en la sociedad y por tanto deben ser los más protegidos. Pero pese a que la normativa legal existe, no se presenta la denuncia desde la población que exija el respeto a uno de sus derechos básicos.

La tía Moni termina la jornada de cada día despidiendo a Andrés, el último niño en ser recogido, se cierran las cortinas y a esperar el próximo día en que ella tratará de suplir y subsanar todos los inconvenientes que surjan entre sus “chiquitines”, pero hace un pedido a los padres: “Escuchen a sus niños y contesten sus preguntas”.

“Las nuevas generaciones de niños son cada vez más difíciles de disciplinar” Dolores Villalba

Entevista a Licenciada Dolores Villalba
Directora y Profesora del Jardín de Infantes fiscal “Martín González”
Experiencia de 25 años de docencia con niños.








Fotografía: Paulina Jarrín
"Desfile de escuelas en Cayambe"




1.- ¿Dónde ejerce su profesión?

En el Jardín de Infantes Martín González, de la cuidad de Cayambe. Soy Directora del mismo, pero también cumplo funciones como profesora.

2.- ¿Por cuánto tiempo ha sido profesora de niños?

Mi experiencia sobrepasa ya los 25 años de servicio, siempre he trabajado con niños, pero desde hace 19 años que me dedico a los niños de jardín o como se llama ahora: primer año de educación básica. Con niños de 5 a 6 años.


3.- ¿Ha notado algún cambio en el comportamiento de los niños con el paso de los años?

Definitivamente en el largo trayecto que tengo como profesora creo que los medios de comunicación, especialmente la televisión han ido ocupando un lugar cada vez más importante en la educación de los niños, esto junto a la falta de supervisión por parte de los padres hace que los estudiantes tengan un exceso de estímulos negativos. Principalmente los niños varones pasan viendo la televisión durante toda la tarde, ellos apenas tienen un momento libre, sea en el aula o en el patio, empiezan a jugar a las luchas, se patean, etc.


4.- ¿Estos juegos han causado algún accidente?

Ninguno de gravedad, pero eso gracias al constante control que las maestras ejercemos, siempre se los cuida y se intenta prevenir cualquier cosa que pueda lastimarlos, pero sí es muy frecuente que salgan llorando por ejemplo porque hay niños muy groseros.


5.- ¿En qué otros aspectos puede observarse los efectos negativos de la televisión en los niños?

Actualmente es común ver niños que no tienen hábitos de estudio, los padres no imponen horarios, ni de comidas, ni de actividades o trabajos e incluso de descanso. No hay un control en las horas que los niños pasan frente al televisor y menos aún un control con los programas que miran


6.- ¿Cómo ayudan en su institución al presentarse esos casos?

Prácticamente estando atentas todo el tiempo, dándoles disciplina y tratando de brindar advertencias a los padres de familia. Pero cada vez es más difícil el disciplinar a los niños y niñas.


7.- ¿Qué actividades son recomendables para disminuir la posible influencia de la televisión en los niños?

Los niños deben tener certezas que favorezcan su seguridad, la implantación de horarios es importante. Así ellos saben cuando es momento para cada actividad como el comer, estudiar, jugar y hasta mirar televisión, pero escogiendo los programas más idóneos.


8.- ¿Los niños ven programas que no están clasificados para su edad?

Sí, principalmente las novelas, y me sorprenden muchas veces porque me cuentan sobre telenovelas que ni yo misma veo y que son presentadas en la noche. Y como maestra recalco la importancia de que los niños estén acostados a las 8 de la noche y no más tarde.


9.- ¿Cómo influye en los niños el ver programas no aptos para niños?

Pienso que principalmente les cambia la mente, las ideas digamos infantiles e inocentes que ellos tienen. Aprenden cosas que no son convenientes para niños tan pequeños.


10.- ¿Qué no deben ver los niños en la televisión?

Obviamente la madurez psicológica y emocional de los niños no es la suficiente para entender imágenes de violencia, sexo, agresiones. Ellos necesitan de programas que les favorezcan en su desarrollo.

Los niños venden: resulta que son un personaje infaltable para la publicidad





Fotografía: Paulina Jarrín

Niño Toma Coca Cola



Los menores tienen derecho a buscar, recibir y utilizar la información adecuada a su desarrollo. María Fernanda Ron, psicóloga infantil, en artículo publicado por diario El Comercio afirma que "En la publicidad que rodea a los programas infantiles en los canales comerciales hay muchas imágenes que no son apropiadas para los niños” , y ella representa en este caso un conocimiento generalizado pero no solucionado hasta el momento, pues la publicidad no ha sido sometida a una clasificación que determine la que es apta para el horario infantil y la que no.


Este es un problema que se da con frecuencia en el Ecuador, pero que sucede con gran fuerza también en países del primer mundo como España donde TVE (Televisión Española) ya ha lanzado una propuesta para evitar los contenidos inadecuados en las franjas definidas como de protección de la infancia, además de la necesidad apremiante de exponer claramente cuando una escena no es apta para un infante.


Fotografía: Paulina Jarrín
¿Barbies o niñas?





Pero en nuestra sociedad la publicidad juega un papel muy importante, vende, pero no solo vende productos, sino estilos de vida, estereotipos muchas veces ideales y ajenos que causan más daño del cuantificable en la audiencia infantil, a simple vista podemos diferenciar dos. La primera que la publicidad en los horarios infantiles se centra mucho en la exaltación de productos comestibles muy altos en calorías y grasas, incitando su consumo y propendiendo al sobrepeso de los infantes, la segunda es que muestran a las niñas y niños figuras muy estilizadas, imposibles en la realidad, dando una imagen muy pobre a quienes salen de estos parámetros de belleza, en conjunto estos dos aspectos pueden llevar a desórdenes alimenticios muy graves como la bulimia o la anorexia, enfermedades psicológicas y también físicas que con mayor frecuencia cada vez se presenta principalmente en la mujeres y paulatinamente desde más jóvenes.

Así la publicidad, en su afán por vender, está pasando sobre las normas éticas y legales, resultando en un gran enemigo de la educación de los niños.
La mundialización de la televisión se da en los años 60´s a 70´s, junto con el enorme auge del mundo occidental. Actualmente la mayoría de la población del país tiene acceso a ver la televisión, lo que la constituye en parte fundamental de la formación y educación de la sociedad. Los canales de televisión local por su parte, no se han consolidado como los defensores de los derechos ni de las personas, se han afirmado como empresas que lejos de prestar un servicio a la comunidad se sirven de ella. Los canales locales han optado por hacer lo mínimo para mantenerse al aire provocando que su compromiso social se vea siempre supeditado a los intereses empresariales. No hacen pues suficiente al establecer una parrilla de programas infantiles si no se va a tomar en cuenta las características inapropiadas de ciertas escenas para los niños. Se toma entonces “el principio del mal menor, invocado con mucha frecuencia…”como manifestó José Angel Agejas en su libro “Ética: realización personal y desarrollo social”

Dejando de lado la publicidad y el interés empresarial se puede pensar realmente en la educación y desarrollo de los niños, por esto en los últimas meses se ha destacado la programación infantil presentada por el canal estatal Ecuador TV, el cual libre de publicidad presenta 2 horas en la mañana de y 2 y media horas en la tarde de programación especialmente diseñada para niños, pues no es el único parámetro el escoger dibujos animados, pues en muchas ocasiones tienen altos contenidos sexistas, de violencia, de dolor y de irrealidad.

Los niños en el país tienen impuesto el acceso a escenas aún inexplicables para su razonamiento y conocimiento, y que además no respetan su condición. Los canales de televisión y más específicamente los comunicadores estamos en el deber ético de proteger a las personas, y a los niños con mayor razón aún, pues se encuentran más vulnerables a la información que se les reparte.

La televisión resulta en uno de los principales enemigos del desarrollo adecuado de los niños y en sí de todo el público, ya que lejos de tener un compromiso real de servicio a la sociedad, la televisión se maneja como una gran empresa cuyo único afán es mantener las audiencias en orden, entretenidas y dándoles rentables ganancias.

La televisión no es una niñera


Fotografía:Paulina Jarrín
Niños en desfile



Entrevista a psicóloga clínica Beatriz Paz
Psicóloga de la Fundación Hermano Miguel de la ciudad de Quito



1.- ¿Cuál es su labor en la fundación Hermano Miguel?
Principalmente lo que yo hago es dar terapia psicológica a niños y adultos que han sufrido la pérdida de alguna de sus extremidades, pues esta fundación colabora a la sociedad con prótesis y rehabilitación. Pero también atendemos a cualquier persona que solicite una cita particular en los días martes y jueves.

2.- ¿Qué casos se ven con frecuencia en la consulta particular?
Han aumentado mucho los casos de terapia de parejas o familiares, ya que cada vez en los hogares la separación está más presente. También recibo varios casos de niños con dificultades de aprendizaje y de disciplina.

3.- ¿Cree que la televisión puede influir en estos casos?
Sí, puede influir en la medida de que nos está mostrando realidades diferentes a las propias, y la respuesta de las personas a las mismas dependerá del grado de fortalezas y debilidades que posea. La televisión en exceso produce una sobre estimulación en los niños que puede causar trastornos emocionales, en el sueño, etc.

4.- ¿Qué efectos puede tener en los niños esta sobre exposición a las imágenes presentadas en la televisión?
La televisión muestra muchos estereotipos, violencia y situaciones irreales que no favorecen el correcto entendimiento de la vida de los niños. Depende la identificación que ellos realicen de los mensajes expuestos. Un niño tímido por ejemplo buscara un personaje que supla sus debilidades. En definitiva los efectos dependerán de las posibilidades emocionales del menor.

5.- ¿En cuánto a la publicidad, qué puede causar?
Por ejemplo, un niño introvertido podría hacer una identificación con algún elemento de publicidad que le dé fortaleza y por ende insistirá en poseerlo o en comprarlo, porque ya pasaría a formar parte de algo que suple su necesidad emocional.
Un chico delgado (y si ese es un conflicto parar él) se enganchará con una publicidad que le ayude a resolver su falencia
Por otra parte en el momento de asumir ya en la realidad, la actitud o conducta vista en la televisión, y no tener el resultado esperado puede provocar en el menor la sensación de incapacidad de minusvalía y provocar de igual forma conductas violentas.


6.- ¿Ha generado algún cambio en los niños el aumento de horas en que están frente al televisor?
El número de horas sí influye por cuanto los menores se convierten en observadores de realidades distantes, en espectadores sin posibilidades de cambiar esa realidad que les viene ya lista con la solución incluida. Pero el estimulo-mensaje queda enganchado en las emociones de los niños con las cuales puede hacer identificaciones y asumirlas como suyas en caso de así requerirlas.

A más tiempo de presentación de estímulo más posibilidades de identificación con el estímulo.

7.- ¿qué deben hacer los padres para neutralizar estos efectos?
Los programas ya vienen listos, realmente el contenido de ellos no puede ser cambiado, entonces se debe dosificar y delimitar los programas que ven los chicos. Existen en la actualidad series con mensajes adecuados que favorecen el desarrollo de los niños. Ser positivos.

8.- ¿Qué debería contener un programa de televisión para niños?
Principalmente debería basarse en situaciones reales, en condiciones cotidianas y sin sobredimensionar los estímulos para que el niño haga una identificación real de su propia realidad. El programa debe tratar valores familiares, fraternarles, sociales que pueden ayudar al menor a una mejor vinculación.

9.- ¿Qué debe hacerse con un niño que tomó un mensaje inadecuado de la televisión?
Los padres deben darle criterios de realidad, es importante que cuando el padre observe una actitud repetitiva de un niño en razón de identificarse demasiado con un personaje o programa televisivo. También es importante que el niño aprenda por si mismo a diferenciar los contenidos de los programas. Terapéuticamente los niños asisten al psicólogo cuando hay situaciones agresivas entre hermanos, compañeros, desórdenes en el sueño por la sobre estimulación de los niños producida por imágenes explícitas o violentas y en la noche se predisponen al miedo. Esta consulta es muy frecuente.

10.- ¿Deben los padres controlar que sus hijos no vean programas no aptos para niños?
Deberían, es una responsabilidad familiar de un rol materno o paterno adecuado. Ahora los padres ven a la televisión como una segunda mamá o una niñera que puede permitir a los padres descansar, pero es importante filtrar estos programas por la salud interna de los chicos.


Dragon Ball sin libertad de expresión





Cuando apenas cumplía los 5 años un canal de televisión nacional empezó a transmitir la serie animada “Dragon Ball”. Hoy, Sandino tiene 10 años y continúa mirando el mismo programa pero en otro canal y en una versión posterior llamada “Dragon Ball Z”.

Este es su programa favorito y pese a que es conciente de su contenido violento, él, con rostro tímido y mejillas apenas sonrojadas, afirma que lo seguirá viendo, pues considera que en él no tiene ningún efecto negativo el ver estas imágenes.

“Siempre me pareció chévere, pero más Dragon Ball Z porque tiene más acción” dice Sandino Martín regresando su mirada hacia su madre con una sonrisa un tanto nerviosa, quien manifiesta que ellos como padres siempre le han explicado que la televisión es irreal y únicamente útil como entretenimiento. El niño por su parte considera que esa serie en particular no tiene nada de malo, “para mí está todo bien”

Sandino vive en una familia de clase media, estudia en un colegio particular llamado Jean Jaques Rousseau, en su familia son todos profesionales y tiene 4 hermanos mayores que han hecho que madure más rápido de lo normal, según manifiesta su madre.

En su colegio sus amigos también miran esa serie y otras más, juegan en varios recreos a ser personajes de la Saga de Dragon Ball. Él es “Gohan”, hijo del personaje principal “Gokú” y con sus compañeros hace demostraciones de los poderes sobrenaturales de su héroe. Comenta los diferentes capítulos con sus compañeros y de vez en cuando también se acuerdan del programa “Nobita y Ben 10”.

Pero el mismo Sandino, con su corta edad, ya reconoce que él está bien gracias a la seguridad y explicaciones que sus familiares le han brindado. De sus amigos no asegura nada… Su familia es muy crítica de los medios de comunicación pero permiten el acceso de su último hijo a los programas que él desee.

Llega de su escuela a las 14:00 horas, almuerza y está listo para ver su serie preferida, junto a su pequeño sobrino de 4 años, Ernesto, disfruta de cada capítulo. Mira 2 cada día de lunes a viernes.

Sandino es un niño que disfruta su infancia, a su familia y también a la televisión, pero el efecto de la misma le es indiferente. No es conciente de que desde nuestro nacimiento estamos expuestos a información que determina de alguna manera, mayor o menor según el caso, nuestro comportamiento y nuestros deseos.

Con su figura delgada y caminar ligero el pequeño Sandino, con apenas una decena de años de experiencia es uno más de los miles de niños que miran horas diarias de televisión en el Ecuador. Pero su sonrisa no se inmuta por esta simple conclusión. Pese a que su serie está en la mira del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conartel) que ha determinado que el contenido de este programa, transmitido por Ecuavisa, puede ser visto por todos menos por los niños.

miércoles, 10 de junio de 2009

The Insider (Película)


La televisión y su rol como denunciante a propósito de este film.

Los medios de comunicación ejercen tres grandes presiones en la vida de la sociedad actual, seducir,manipular y persuadir. Y es la televisión la que cuenta con mayor cantidad de recursos para estos fines, juntar la imagen, el sonido, las letras… Todo en un solo medio.

Así la televisión, no solo que ha creado sucesos en la vida diaria de la comunidad, sino que les ha dado una dimensión, sea mayor o menor a la real. Este medio audiovisual nos cuenta historias, nos muestra una realidad, en la que generalmente creemos. Pero está la televisión dejando que veamos algo más?

En el caso de la película The Insider, estaba en manos de un canal de televisión el denunciar un hecho que estaba afectando a una colectividad en proporciones demasiado considerables, pero no era conveniente para los poderes establecidos en la institucionalidad del Estado, del cual los “medios de comunicación” forman parte vital. En este caso el poder económico fue capaz de acallar, de silenciar, de obstruir la declaración de un hombre que tras trabajar en una tabacalera, descubrió la realidad escondida tras la publicidad y la apariencia. Y no solo evitaron la denuncia, también destruyeron su vida y la de su familia.

Los métodos para evitar la publicación de su declaración fueron desde las típicas amenazas, hasta los más complejos ardides para hundir su imagen públicamente y deslegitimar su palabra. Pero quien permitía que toda esta red de corrupción continuara impune fue la televisión, los medios y su vocación de empresas con fines exclusivamente alineados al sistema y al afán por lucrar. Siendo los periodistas en sus manos simples marionetas dejándose encerrar por las cárceles de ideas en que se tornan los medios tradicionales de comunicación.

Pero los periodistas y quienes se consideren comunicadores pueden hacer la diferencia, pues no es la imagen o la comunicación en sí la que está viciada, es el uso que muchas veces se le da. Si la televisión como medio de comunicación junto a comunicadores buscarán dar un giro al estado actual de la sociedad, viviríamos impresionantes cambios, no solo en los poderes consagrados, sino en la forma de vivir de las personas. Una denuncia que sea transmitida por televisión cobra importancia total para la comunidad, sino citemos el ejemplo de los perros “pitbull”, a los que se consagró como perros asesinos a pesar de que los expertos pierdan la voz de tanto asegurar que no es una raza peligrosa. Pero el daño a estos animales ya fue hecho. Ahora todos les tememos, se generó una paranoia. Pero si lo que deben denunciar fuera en realidad un remesón para la estructura del poder, no lo dirían con esa confianza…

Por eso la importancia y el efecto de los medios de comunicación, al momento de denunciar algo, son primordiales, y no es solo un derecho de la sociedad, sino un deber de quienes se aseguran como los adalides de la libertad de expresión y la oportunidad de información.

martes, 9 de junio de 2009

Dilemas del horario infantil


Fotografía: Paulina Jarrín.


Los niños pasan más de las dos horas recomendables frente a un televisor, en muchas ocasiones sin supervisión adulta, y a pesar de que los canales de televisión locales presentan una alternativa dirigida a este público con algunos programas educativos, musicales, ecológicos, etc, no todas las imágenes que se presentan en este horario deberían ser vistas por infantes.
La publicidad, que engloba a las marcas auspiciantes y a los avances de contenidos de programas del mismo canal, no siempre está hecha para el horario infantil. Además de existir una serie de caricaturas que bajo ningún parámetro deberían estar clasificadas como infantiles. Es así como los niños en el país tienen acceso a escenas de violencia, dolor, racismo, machismo o sexo, aún inexplicables para su razonamiento y conocimiento, y que además no respetan su condición de niños y van encausándolos hacia un comportamiento no adecuado para el desarrollo de las sociedades.
Los canales de televisión y más específicamente los comunicadores estamos en el deber ético de proteger a las personas, y a los niños con mayor razón aún, pues se encuentran más vulnerables a la información que se les reparte.
El problema de la publicidad es que se mide en efectividad, y sostiene que los niños son uno de sus principales “targets”, lo que hace que el horario infantil sea bombardeado por publicidades que buscan acelerar el consumo y posicionar a algún producto valiéndose de las personas que más rápido resultado brindan: los niños.
Este blog busca contribuir mediante su investigación a la solución de un problema que está tomando fuerza en el país con el crecimiento de las marcas y por tanto el auge publicitario, como es la exposición de los niños a escenas no infantiles y no educativas.
Serán los niños los mayores beneficiarios ya que se podrá partir de éste para lograr futuras regulaciones en la programación infantil que garantice su integridad personal. Los comunicadores tienen la capacidad y el deber de buscar soluciones o alternativas para mejorar la comunicación dentro de la sociedad, por tanto no podemos descuidar a la información que es bombardeada hacia los niños durante horas de programación que debería ser segura para ellos, pero que el la realidad no siempre lo es.