viernes, 10 de julio de 2009

La libertad de expresión, más que un derecho amenazado, un término mal entendido.

Fotografía: Paulina Jarrín. Marcha de Universitarios

Ser estudiante de periodismo no es un requisito para defender la libertad de expresión, una potestad ciudadana que forma parte de la declaración de los derechos humanos; sin embargo, ni los mismos jóvenes universitarios, que aspiran a ser periodistas en un futuro cercano, han entendido íntegramente la importancia superlativa de lo que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) llama “derecho inalienable e inobjetable”.

María de los Ángeles cursa el tercer año de Comunicación Social en la Universidad Internacional SEK. Sus ojos brillan al contar que se inclina por el ejercicio periodístico. Tiene solo 21 años, pero desde los 12, cuando veía a Maritza Sánchez, conductora del programa “La Televisión” junto a Freddy Elhers, sabe que quiere ser periodista.

En su Universidad le va bien, “aunque sí hay profesores con complejo de sabelotodo”, cuenta. ‘Angie’, como la llaman sus allegados, sospecha que ese problema es común para muchos periodistas. Pero no menciona sentir coartada su libertad de expresión en las aulas. “Hay cosas que quisiéramos decir y no lo hacemos, pero eso aquí en la Universidad”. La joven ‘Angie’ relaciona un derecho de todos los seres humanos con los medios de comunicación masiva.

Ante las amenazas que puede representar el Gobierno para la libertad de expresión menciona que la más grave es el cierre de algún medio por hacer oposición al régimen. Pero no está al tanto de las alertas que ha mencionado La Fundación Andina para la observación y estudio de medios (Fundamedios) en el último mes.

La prohibición de contratar publicidad Estatal en determinados medios por acusarlos de tener conexión con “empresas de papel” localizadas en “paraísos fiscales”. Esto puede devenir en una suerte de autocensura, ya que la publicidad gubernamental representa el mayor ingreso de la mayoría de empresas. Al escuchar sobre esto, la futura periodista alza sus hombros y mueve su cabeza en señal de descontento. “Correa está contra los medios”

Sobre los contenidos que se manejan en los canales incautados por el Estado, Gama TV y TC Televisión, diario El Universo hizo una fuerte crítica con testimonios de periodistas que laboran en estos medios. Acusan a personal cercano al Gobierno de controlar y reeditar los contenidos que se trasmiten en los noticieros de estos canales. Angie, compara entonces a Ecuador con Venezuela y con Cuba, donde dice se controla toda la información para mantener a la población en la ignorancia.

Y así ,ella empieza a darse cuenta del real problema que existe alrededor de coartar la libertad de expresión. “Si la gente no está informada, tampoco puede protestar ni exigir”. La joven estudiante de comunicación reconoce con pesadumbre que se hace poco para defender este derecho en el Ecuador.

Las formas de protesta se han vuelto dispersas y poco efectivas, pues no demuestran un pedido de la sociedad en general, y esto sucede porque hay personas que no han sido acalladas no solo en este Gobierno, sino en toda su vida y ellas no se sienten dueñas de sus palabras, de sus pensamientos y de su capacidad para hablar, gritar y pedir lo que les sea necesario.

María de los Ángeles está en vacaciones de su universidad, pero declara que no en deja de sentirse una periodista fuera de las aulas. En el nuevo año de estudios llevará una nueva inquietud, “comunicar que la libertad de expresión debe estar por sobre el mismo Presidente de la República, pero también por sobre los medios de comunicación masiva”.

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